Willam Flores/El Andaluz
El número de bebedores consuetudinarios o más conocidos como “parroquianos” en la ciudad de Tarija incrementó con el pasar de los años y la falta de fuentes de empleo, por lo que es una preocupación para las autoridades debido a que dejaron de ser personas tranquilas con un problema de adicción a individuos violentos que comenzaron a cometer delitos.
La presidenta de la comisión de Seguridad Ciudadana del Concejo Municipal, Adriana Romero, dio a conocer que zonas como el Mercado Campesino se volvieron inseguro por el número de bebedores consuetudinarios que comenzaron a cometer delitos como robos y hurtos para la compra de bebidas alcohólicas.
“Ahora se está trabajando con el proyecto Mi Barrio Seguro y mi Mercado Seguro, que en las próximas semanas se implementará con el apoyo con el Ministerio de Gobierno, es un proceso que se tiene que ver de cómo se trabajará con estas personas y dónde se solucionará este tema como internarlos o llevarlos a un albergue para su rehabilitación”, dijo.
Romero indicó que este grupo de personas paran por los principales centros de abastos de la ciudad de Tarija y en lotes baldíos que se convirtieron un riesgo porque es ahí dónde los bebedores consuetudinarios consumen bebidas alcohólicas.
“Se volvieron agresivos pidiendo dinero a la fuerza a las personas y en algunos casos están cometiendo delitos, pero este proyecto que se está trabajando con el Viceministerio de Seguridad Ciudadana ayudará bastante con este problema social”, indicó, a tiempo de mencionar que la situación económica del departamento está provocando que más personas tengan esta adicción.