Pagina Siete
A los 4.576 msnm. del mirador Jilarata, con luz tenue y un viento intenso que no hace prever que va a nevar, Lourdes Aquino se calienta para correr 33 kilómetros de tierra, rocas y nieve. Con un pantalón corto, polera y gorra negros, estira las piernas y se calienta en el sector donde bifurcan dos caminos: uno que lleva al imponente Huayna Potosí y otro que transporta al enigmático Chacaltaya, adonde ella y otros 143 corredores subieron como desafío a la naturaleza y a ellos mismos.
Desde 2016 que Skyrunning Bolivia —organización deportiva afiliada a la Federación Boliviana de Ski y Andinismo (Febsa)— lleva a cabo competencias en las que no sólo se trata de correr, sino también bajar y subir cerros, escalar, llegar a alturas considerables y retar las inclemencias del tiempo.
Hace cinco años empezaron con una competencia entre Milluni (distrito 13 de El Alto) y el cerro Charquini. Luego continuaron con el Pico Austria, Sajama, Sorata y con Chacaltaya, que para Ragna Debats, campeona mundial de trail 2018, es un verdadero skyrunning.
“Antes eran 20 kilómetros, pero desde hace tres años que ampliamos a 33 kilómetros”, informa Paolo Choque, director de Skyrunning Bolivia, quien después enciende el altavoz con el fin de convocar a los corredores para iniciar el reto deportivo.
Con delegaciones provenientes de La Paz, Oruro, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, además de Francia y otros países, el Skyrunning Chacaltaya de este año —la primera carrera del calendario anual— se dividió en tres categorías: ocho kilómetros (promocional), 18 kilómetros (juvenil) y 33 kilómetros (válido para el campeonato, que permite representar al país en torneos internacionales).
“Lo más importante de esta actividad es que es beneficiosa para la salud; lo digo por experiencia, porque te sientes más fuerte para soportar más tipos de retos”, comenta Lourdes, quien añade que empezó a correr bajo el influjo de su padre (Juan de Dios), un pionero en carreras por montaña.
Con la asistencia de vecinos de Milluni, los competidores de 33 kilómetros se ubican detrás de la cinta de partida. Con la cuenta regresiva dicha al unísono y el ¡arranquen!, un bloque arranca hacia los 5.435 metros de la cima del Chacaltaya.
Al ver el horizonte da la impresión de que la montaña está lejana. Por ello, pareciera inverosímil que estos deportistas logren la hazaña de llegar, al menos, a la mitad del recorrido, ya que después de pasar por un camino plano, en las faldas del cerro aparece una vía ascendente que se mezcla con piedras oscuras y filosas.
Hace unas décadas, el Chacaltaya se ufanaba de ser el campo de esquí de mayor altitud del mundo. Por ello llegaban esquiadores de todas partes del orbe, lo que posibilitó que construyeran un funicular y un refugio.
Debido al calentamiento global, la nieve desapareció poco a poco, hasta que —a inicios de la década de los años 90— el manto blanco dejó de cubrir esta montaña de la cordillera de los Andes. No obstante, ha nevado en las recientes semanas, lo que da la impresión de que el nevado hubiera recuperado su esplendor.
Cuanto más avanzan, el bloque de deportistas se va separando. Los más rápidos y resistentes se ubican adelante, mientras los otros no cejan en su intento por también llegar a la meta. Lo que para la mayoría sería una ascensión de horas, para estos guerreros es —o parece— una etapa fácil de lograr.
“Nuestra expectativa es que más gente se anime a correr en montaña. Queremos que no le tengan miedo a la montaña”, sostiene Choque. En esta etapa, al ver el paisaje que rodea la carrera, no quedan dudas de que más personas se animarían a engrosar la lista de competidores.
“Para mí, correr es el mejor deporte porque tienes libertad de acción de rutas, es económico, ya que sólo necesitas un par de tenis”, asegura Juan José Chávez, un ingeniero electrónico que, agobiado por el estrés laboral, comenzó con dos cuadras, continuó con cuatro, “de repente estaba corriendo dos kilómetros y sin darme cuenta hice más de 15 kilómetros”. Cuesta mucho respirar cuando se asciende más de los 5.000 msnm, aunque como premio obtienen una vista privilegiada de nevados, lagunas y gran parte de La Paz y El Alto.
La otra recompensa del esfuerzo físico es llegar al refugio, que tiene como vecinos una pirámide de metal y vidrio, además de una infraestructura antigua que protege el mecanismo que hacía funcionar el funicular.
A pesar de ser una subida pronunciada, los competidores avanzan rápido y de repente se encuentran en la parte superior de uno de los picos del Chacaltaya. Es innegable sentir alegría al observar nieve en la montaña, esta mañana del 27 de marzo.
“En la cima se siente un ambiente único, es indescriptible, es como estar en el cielo”, confiesa Lourdes, quien a pesar de su cansancio no deja de mostrar una sonrisa de satisfacción.
Como ocurre en varias etapas de la carrera, en la parte superior hay un equipo del Grupo de Rescate en Montaña Bolivia (GREM) que vigila que cada integrante de la competición se encuentre en buenas condiciones.
Lo que parece la cúspide es apenas el comienzo de los más de 5.400 msnm. Luego de pasar el punto de control, los corredores deben guiarse por unas banderillas rojas. En ese espacio no hay más sonido que el viento. “Es una conexión con la montaña. Tienes que estar en una cima para tener esa experiencia”, sostiene Yessica Vera, líder del club Jukumari Runners.
“Mi motivación es mi familia. Mi familia, mis niños, mi esposo, ellos. Siempre los imagino esperándome en la meta. Por eso tengo que lograrlo”, afirma Pamela Cusicanqui.
Otro estímulo para continuar es el cerro bañado de nieve que parece fundirse con el cielo blanco. ¿Vale la pena? “¡Claro que vale la pena. Siempre!”, dice Juan José con una sonrisa plena.
“Siempre digo que mi mayor pelea va a ser contra el tiempo. Mi mentalidad era ir y ganar”, comenta Fredy León, quien comenzó a correr a los 16 años, en competencias callejeras de cinco a diez kilómetros. Hoy tiene 22, y en el Chacaltaya parecía un chasqui; completó los 33 kilómetros en tres horas, 24 minutos y 25 segundos, un récord.
Con una lluvia tenue, temperatura muy baja y barro que se queda en las zapatillas, los corredores cruzan la meta ubicada en Milluni. “Cruzar la meta significa muchas cosas, es cumplir un reto. En la meta hay gente que te quiere y que quieres. La sensación es muy linda”, dice Cristina Copa, primer lugar en los 33 kilómetros, categoría femenina.
Cada vez que algún corredor se acerca al final del recorrido, una campana lo hace saber al público, que aplaude cada llegada y cada abrazo que reciben de amigos o familiares, en un desafío a más de 5.000 msnm, donde siempre esperará el Chacaltaya.
Vencedores del Skyrunning Chacaltaya 2021
- Categoría 33K (varones) 1. Fredy León (03:24:25) 2. Javier Huanca (04:01:23) 3. Ramiro Loza (04:03:35).
- Categoría 33K (damas) 1. Cristina Copa (05:03:41) 2. Pamela Cusicanqui (05:17:56) 3. Esperanza Callisaya (05:31:25).
- Categoría 18K (varones) 1. Milton Yujra (01:47:35) 2. Ronal Mullisaca (01:48:08) 3. Rodrigo Botetano (01:48:17)
- Categoría 18K (damas) 1. Carolina Sánchez (02:33:08) 2. Noemí Huanca (02:33:38) 3. Esperanza Cruz (02:44:33)
- Categoría 8K (varones) 1. Ángel Rivera (00:54:03) 2. Danny Terán (00:54:36) 3. Jhomar Blanco (00:58:36)
- Categoría 8K (damas) 1. Cecilia Mamani (01:07:54) 2. Daysi Saavedra (01:08:22) 3. Isabel Peñaloza (01:10:48)