(El Andaluz)
El 1 de noviembre de 1979, se produjo uno de los golpes militares más sangrientos, e innecesarios de la historia boliviana que derivó en la masacre de Todos Santos; algo que en años posteriores afectaría, incluso, a las aspiraciones de volver al mar para el país.
Cuando el gobierno transitorio de Walter Guevara Arce, era presionado por problemas políticos y económicos, el comando militar dirigido por el teniente coronel Alberto Natusch Busch, decidió realizar un golpe de Estado la madrugada de ese 1 de noviembre, en pleno Todos Santos.
A las 04.30 de ese día, unidades blindadas del Regimiento Tarapacá, habían ocupado la plaza Murillo, según datos históricos.
La afrenta militar fue resistida por miles de personas quienes durante dos semanas se movilizaron en las calles de ciudades como La Paz, Cochabamba y sobre todo, en los centros mineros de Oruro y Potosí, en el que el pueblo se enfrentó a tanquetas de guerra y a la artillería pesada disparadas por el ejército leal al coronel Natush Busch; su Gobierno solo duró 16 días, antes de ser derrocado.
Como pocas veces en la historia nacional, varios relatos dan cuenta de que, por determinación de la entonces combativa central obrera Boliviana (COB), en zonas como el Cementerio General de La Paz, la zona Ballivián de El Alto, y en las minas Munaypata, Villa, estudiantes, vecinos y la ciudadanía cavaron barricadas para resistir la ofensiva militar.
Como resultado de la sed de poder militar, entre el 1 y 16 de noviembre de esa gestión, más 100 civiles murieron y otros 60 resultaron heridos a manos de los militares que reprimieron a la población que protestaba y resistía.
El golpe militar de esa época, habría sido apoyada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) liderados por el extinto Guillermo Bedregal, según datos históricos.
TOTALMENTE INECESARIO
Por su parte y meses antes del golpe, el gobierno de Guevara Arce, logró uno de los triunfos más importantes en la historia nacional para lograr volver al mar, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA), que realizó una asamblea en La Paz, en 1979, determinó que el tema marítimo es de carácter multilateral y que debe ser abarcado por el hemisferio en su conjunto.
No obstante, el golpe militar derivó en la clausura de la asamblea de la OEA, y las aguas del mar se alejaron por algo totalmente innecesario y perjudicial para las aspiraciones de las bolivianas de bolivianos que aún recuerdan ese funesto episodio de la historia nacional.
Otro punto importante es que, ese mismo año el abogado, escritor, socialista y uno de los hombres combativos de la COB, Marcelo Quiroga Santa Cruz, inició un juicio de responsabilidades contra el general Hugo Banzer Suárez, por los graves delitos de: violaciones a los derechos humanos, venta de gas al Brasil comprometiendo las reservas y la seguridad energética de la nación, la masacre del Valle, endeudamiento, crisis económica y contrabando de carburantes al Paraguay, entre otros.
FRENÓ EL JUICIO CONTRA BANZER
Según algunos historiadores, ese juicio no solo era un proceso contra Banzer sino contra las cabezas del ejército. Quiroga presentó el pliego acusatorio al Congreso el 30, 31 de agosto y 3 de septiembre. La exposición de cargos duró 10 horas, durante tres días, con argumentos sólidos para desestabilizar a la cúpula militar.
El golpe de Estado paró el juicio de responsabilidades, Guevara Arce, tuvo que renunciar, Natush Busch duró poco en el poder, Lidia Gueiler asumió la presidencia como la primera mujer Presidenta en la historia del país y al año siguiente, 1980, Luis García Mesa la derrocó, obligándola a renunciar.
LA CIFRA
1987
En 1987, Hernán Siles Zuazo y Jaime Paz Zamora (UDP) ganaron por estrecho margen, pero Víctor Paz Estenssoro y Luis Ossio Sanjinés tenían la mayoría parlamentaria. ADN con Hugo Banzer y Mario Rolón Anaya logró diputaciones importantes y la sorpresa fue el avance del PS-1 liderado por Marcelo Quiroga Santa Cruz.