De acuerdo a lo que se desprende de esta nueva evidencia científica, la obesidad también puede alterar las respuestas inmunes, como se ha demostrado con el virus de la influenza, lo que lleva a una defensa debilitada del huésped y una mayor probabilidad de una tormenta de citoquinas con COVID-19. Finalmente, la obesidad disminuye la función pulmonar a través de una mayor resistencia en las vías respiratorias y una mayor dificultad para expandir los pulmones. Cuando los pacientes con obesidad necesitan ser ingresados en unidades de cuidados intensivos, es un desafío mejorar sus niveles de saturación de oxígeno y ventilarlos.
La Diabetóloga Carla Herrera, dijo que la obesidad está siendo un factor de riesgo en los pacientes en Tarija, ya que la misma pude ser considerada con una enfermedad de base, además que a nivel internacional un artículo publicado por The British Medical Journal (BMJ), existe evidencia creciente que indica que la obesidad es un factor de riesgo independiente para enfermedades graves y muerte por coronavirus.
Asimismo, recalcó que el sobrepeso pude generar muchas alteraciones metabólicas, una de estas es que el paciente con sobrepeso llegué a tener diabetes y si contrae el coronavirus, la situación se puede complicar por la alteración metabólica.
“Nosotros tenemos unas tablas donde hay un standard de peso según la estatura de la persona, por lo que, si la persona tiene más kilos que lo que demarca su altura, ya se podría considerar como sobrepeso y se puede ir clasificando en obesidad de diferentes grados”.
Así también, indicó que para saber el peso ideal se debe medir a la persona adulta y tomar en cuenta los centímetros que tiene por encima del metro, es decir que si mide 1.70 cm debe pesar 70 kilos, aunque hay una variable que indica que puede pesar dos kilos más o menos, mientras que en los niños la fórmula cambia.