Osmar Arroyo/El Andaluz
En los últimos días, la administración de la justicia en el país se encuentra en el ojo de la tormenta, tras revelarse un audio del exministro de Justicia, Cesar Siles, sobre acciones constitucionales en contra de magistrados, con la finalidad de apartarlos del cargo.
En el programa Antes de Media Noche de Televisión Andalucía, cadena hermana del periódico El Andaluz se abordó el tema, con un análisis del sistema judicial en el país, con Carlos North, Rafael Gómez y el exfiscal Marcelo Sosa.
Sosa indicó que es importante un cambio en el país, desde la justicia, señalando que si no se tiene una justicia que represente a los bolivianos, de acuerdo a la democracia indirecta, la inversión extranjera no llegará al país fácilmente, porque no existe seguridad jurídica.
A pocas semanas de las elecciones nacionales, se habla de la necesidad de cambios importantes en el país, por la crisis económica en la que se encuentra y ahora también se habla de la necesidad de un cambio en la justicia.
Marcelo Sosa se refirió a la autonomía económica y mencionó que en el país existen cuatro órganos del Estado, ejecutivo, legislativo, judicial y electoral.
Es el legislativo, el que aprueba el presupuesto General del Estado cada año, para cada uno de los órganos y dijo que existe una autonomía financiera por parte del órgano judicial, puede, que se trate de montos insignificantes, que la mayor parte del presupuesto se lo lleva el órgano ejecutivo.
Por su parte, Carlos North considera que se debe resolver la crisis económica y la crisis judicial en el país.
«Es de tal magnitud la crisis, que no podemos pensar en términos graduales. La crisis económica debe resolverse a la brevedad posible, el nuevo gobierno debe adoptar medidas, que le permitan al país en el corto plazo, salir de la crisis y al mismo tiempo, tienen que comenzar a encarar las transformaciones en la justicia, que cuyas soluciones, no son de corto plazo. La crisis en la justicia es tan profunda, que fácilmente le lleva al país dos periodos gubernamentales», señaló.
Mencionó que en los últimos tiempos se ha focalizado el tema, en la elección de los magistrados, tiene que ver con la independencia, pero no es el único problema y dijo que se debe tener cuidado de no repetir el error del MAS, de cambiar la modalidad de designación de los magistrados y ahí se quedó.
Explicó que hay que modificar esto, pero al mismo tiempo hay que adoptar las otras medidas en el órgano judicial.
Carlos North dijo que el 60 por ciento del presupuesto del órgano judicial es financiado con la recaudación en Derechos Reales, solo el 40 por ciento sale del Tesoro General.
Sobre la designación de los magistrados, dijo que, hasta la democracia pactada, era el parlamento quien designaba, lo que condujo al cuoteo, se corrigió eso con la elección del voto popular, que pudo ser la solución, pero en Bolivia fue un desastre.
Considera que no se puede volver al pasado, a los errores cometidos y que se tiene que combinar sociedad civil, con el Estado, en la preselección, en la calificación y pasar al legislativo, para ello, se debe modificar la Constitución.
El analista, señaló que el Tribunal Constitucional se ha convertido en un peligro, capaz de impedir la renovación, del propio órgano electoral, capaz de habilitar a Evo Morales, como lo hizo anteriormente.
Borht dijo que se debe cerrar el Tribunal Constitucional y abrir salas constitucionales en el Tribunal de Justicia, reunificando los servicios.
Desde Tarija, el abogado Rafael Gómez indicó, que si bien, es importante solucionar la crisis económica en el país, de manera inmediata, comparte el criterio, que la justicia es vital, que las empresas extranjeras no invertirán en el país, porque no hay seguridad jurídica.
Indicó que se debe garantizar la independencia de todos los órganos del Estado en el país.
Coincidió con que, se debe reformar la Constitución, dijo que se debe restablecer la meritocracia, tomar examen presencial, oral y escrito televisado.
Propuestas de reforma
Sosa indicó que no ha visto hasta el momento, una propuesta de los candidatos sobre la justicia, que solo mencionan que cambiarán la justicia, pero no proponen como hacerlo, que medidas se tomarán, en qué tiempo se lo hará y que repercusiones traerán estos cambios.
«Estás son preguntas, que necesariamente deben ser respondidas por el poder político», expresó.
Recordó, que él presentó una propuesta de reforma a la Constitución, para cambiar todo el sistema judicial, pero lamentablemente, ahora ningún político dijo nada.
«Al parecer, al sistema político boliviano, no le conviene tener una justicia independiente, porque sino, ya hace mucho tiempo hubiesen consensuado en el cambio para generar una verdadera independencia en el poder judicial», apuntó.
Considera que el cambio más importante en la justicia, sería, el quitar las manos políticas del órgano judicial, entregando este tema a los departamentos, que son las universidades, los Colegios de Abogados, los Colegios de Jueces, los Colegios de Fiscales, los que deben, dentro de sus miembros, tienen la potestad de elegir a 10 abogados, para que los representen en el departamento.
Dijo que esas entidades deberían elegir o pre seleccionar a los candidatos y será el Congreso que lo elijan por dos tercios.
Mencionó, que uno de los peores problemas por las que se atraviesa, es la elección conjunta y propone una elección judicial gradual, en la primera fase, periodo de diez años, gradualmente, los primeros cuatro, serían electos por diez años, los tres siguientes por seis años y el resto por cuatro años.
Explicó que está figura, a la larga no creará un vacío en el poder judicial, se tendrá permanentemente se tendría una renovación judicial y que no dependerá de los acuerdos políticos, que más bien dependerá de los acuerdos que existan dentro de cada departamento y dijo que cree que es la única manera que se puede generar confianza en la justicia.
También señaló que es necesario digitalizar los procesos judiciales, año que permitirá, que los abogados no tendrán contacto con los jueces, ni los fiscales y suficiente se generará un hecho de corrupción, como la que ocurre actualmente.