El caso de un hombre de 45 años, quien en un acto de violencia sexual agredió a una adolescente, culminó con una condena de 23 años de prisión. El hecho, que tuvo lugar en el año 2024, se originó cuando el agresor, mediante contacto a través de redes sociales ofreciéndole un trabajo, logró convencer a la víctima para que lo acompañara a una tienda deshabitada, donde la violó.
Según informó de manera preliminar, Pablo Paredes, asesor legal de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA), la menor, tras haber sufrido el ataque, se presentó ante las oficinas de la referida institución, dando inicio a la investigación correspondiente. Resultando con pruebas contundentes, permitiendo que el Ministerio Público presentara un caso sólido en contra del ahora sentenciado.
«Las sentencias son claras y demuestran que estos hechos no quedan en la impunidad, ya que tanto la Policía, la Defensoría de la Niñez, como la Fiscalía están dispuestos a hacer todo lo necesario para que los agresores sean encarcelados. Este caso no quedó impune», comentó el abogado.
Un aspecto clave en el juicio fue el uso de la Cámara Gesell, herramienta que permitió que la víctima pudiera relatar los hechos sin revictimizarse, lo que contribuyó a una fundamentación sólida y precisa en el proceso judicial.
El agresor, quien fue identificado a través de su contacto con la menor en una página de Facebook, actualmente cumple su condena en el penal de Morros Blancos, donde permanecerá durante los próximos 23 años.