En un juicio abreviado, el imputado por el feminicidio de Jovita, ocurrido en el barrio Los Tajibos en 2024, fue condenado a 30 años de prisión. La decisión fue tomada luego de que el acusado, identificado como Carlos Osvaldo Gutierrez alias «Pirañas», admitiera su culpabilidad y renunciara a su derecho a un juicio oral. La sentencia fue emitida tras una investigación exhaustiva y la presentación de pruebas contundentes que vinculaban al sujeto con el crimen.
El lamentable hecho ocurrió durante un almuerzo familiar en 2024, cuando la víctima, Jovita, se encontraba en su casa junto a sus hijos y padres. Durante una discusión con el agresor, este salió detrás de la víctima, la tomó por la fuerza y le disparó en presencia de todos los presentes. Tras cometer el crimen, el agresor se dio a la fuga, pero la Policía lo aprehendió tras una intensa búsqueda.
El abogado de la víctima, Aníbal Cabezas, señaló que el imputado, quien ya tenía antecedentes por tentativa de feminicidio en contra de la misma víctima, intentó desconocer el uso de un arma en su defensa. Sin embargo, las pruebas y los testimonios de testigos presenciales fueron clave para la resolución del caso.
«Este sujeto ya había sido sentenciado por tentativa de feminicidio en julio del año anterior, pero la sentencia nunca fue ejecutada. La Policía no cumplió con la orden de aprehensión», afirmó Cabezas.
El abogado explicó que, de haberse ejecutado la sentencia anterior, el imputado habría sido condenado a 20 años de cárcel por este delito, lo que pudo haber evitado el trágico desenlace. Además, destacó que la víctima convivía con el agresor, lo que evidenció la violencia continua que sufría y aun así nunca lo aprehendieron.