Natalia López/El Andaluz
La Confederación Sindical de Choferes de Bolivia llevó a cabo una reunión ampliada en Tarija, donde se decidió iniciar un paro de 24 horas el próximo 1 de agosto. Esta medida surge como respuesta a la grave escasez de diésel y gasolina que afecta al sector del transporte en el país.
Los transportistas han declarado un estado de emergencia, denunciando que sus miembros deben esperar varios días en largas filas para poder abastecerse de combustible. Esta situación ha llevado a una crisis en el sector, donde los conductores se ven obligados a pasar noches enteras esperando por el suministro necesario para continuar con sus labores diarias.
René Mamani Rocha, secretario de autobuses Sebastián Pagador de Oruro, expresó su indignación ante la severa falta de combustible, señalando que los transportistas están prácticamente «peregrinando» para conseguir diésel y gasolina. Esta situación insostenible ha llevado a los transportistas a planear un paro que incluirá bloqueos de carreteras y cierre de fronteras.
Lucio Gómez, secretario ejecutivo del sector, confirmó que el paro será movilizado y que se tomarán medidas drásticas como el bloqueo de carreteras y el cierre de fronteras. El objetivo de estas acciones es presionar a las autoridades para que solucionen la crisis de abastecimiento de combustible que afecta gravemente al sector del transporte en Bolivia.
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