Natalia López/El Andaluz
En Santa Cruz de la Sierra, dentro de Cotoca, un caballo de raza cuarto de millas valioso, valorado en casi $us 10,000, fue sustraído por su propio cuidador y posteriormente vendido para competir en carreras clandestinas en Tarija. Álvaro Méndez, el propietario del equino, lamentó profundamente el mal uso de su animal de alta genética, denunciando a Roberto Romero López, el cuidador, junto con Iver Oliveira y Jorge Luis Romero Burgos de Tarija, quienes llevaron al caballo sin su consentimiento.
El caballo fue descubierto gracias a un aviso sobre una carrera clandestina en Tarija, donde Méndez logró rastrearlo y recuperarlo. Sin embargo, la recuperación fue agridulce, ya que el caballo había contraído anemia infecciosa, una enfermedad sin cura conocida y altamente contagiosa en el mundo equino, equiparada por Méndez como «el SIDA en los animales». Esta condición no solo pone en riesgo la salud del caballo, sino que también lo inhabilita para futuras actividades, incluyendo la reproducción o la participación en competencias.
El propietario expresó su consternación por el hecho de que su caballo fue explotado con fines lucrativos en carreras ilegales, lo cual evidencia un uso indebido y perjudicial del animal. Méndez reveló que el caballo fue vendido por $us 9,450 y que existen pruebas en forma de videos que muestran las carreras en las que participó en Tarija.
Las autoridades han iniciado una investigación sobre el caso, enfocándose en tres personas sospechosas de cometer abigeato, un delito grave de robo de ganado. Iván Méndez, abogado del propietario del caballo, subrayó la seriedad de las acusaciones y la necesidad de que se haga justicia tanto por el daño causado al animal como por el impacto emocional y económico en su propietario.
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