(Roberto A. Barriga/EL andaluz)
Expertos con los que se reunió la Misión señalaron que en el marco de la campaña las redes sociales fueron utilizadas como vehículos para la difusión de desinformación. De acuerdo con un Informe elaborado por la Fundación Bolivia Verifica 544, se detectó una proliferación de noticias falsas de contenido electoral, por medio de las cuales se buscó desacreditar al OEP y elevar el nivel de confrontación entre los seguidores de los distintos partidos políticos. De acuerdo con los especialistas entrevistados por la Misión, para la difusión de desinformación se habrían utilizado cuentas falsas en distintas, incluyendo bots545 y trolls546 La Misión advierte que este no es un fenómeno exclusivo de Bolivia, sino que se trata de una problemática que repetida en los procesos electorales de la región. Es responsabilidad conjunta de las autoridades, los partidos y la ciudadanía avanzar en el combate a la desinformación.
Polarización y ataques a trabajadores de prensa
El periodo pre-electoral estuvo caracterizado por un clima de alarmante polarización, denuncias cruzadas entre los candidatos y ataques contra la autoridad electoral. La tensión política derivó en algunos casos en enfrentamientos directos entre militantes de distintas agrupaciones. La Misión lamenta estos episodios y condena tajantemente el recurso a la violencia. Distintos actores con los que se entrevistó la Misión manifestaron, asimismo que en el período pre electoral, algunos dirigentes, tanto del oficialismo como de la oposición, habrían realizado discursos públicos atacando y estigmatizando a periodistas y medios de prensa. Por otra parte, académicos y representantes de medios de comunicación expresaron a la Misión su preocupación por presuntas amenazas de funcionarios de gobierno de iniciar procesos penales contra periodistas.
Expertos con los que se reunió la Misión señalaron que durante la campaña las redes sociales fueron utilizadas como vehículos para la difusión de información falsa. La Misión hace un llamado a las autoridades, los partidos y la ciudadanía a avanzar conjuntamente en el combate a la desinformación. Se debe evitar promover herramientas de derecho penal, como la creación de nuevas figuras penales amplias y ambiguas para tipificar el fenómeno de la desinformación. Se sugiere, en cambio, fortalecer los procesos judiciales de naturaleza civil por los que se canalizan las responsabilidades ulteriores en materia de libertad de expresión. Se recomienda, asimismo, promover la alfabetización digital y mediática con campañas de concientización e iniciativas educativas.