Especialista del INS, María del Carmen Gastañaga, afirma que muchos son buenos para la salud, pero ninguno previene o cura esta enfermedad
REDACCION CENTRAL// EL ANDALUZ
Si bien el uso de productos naturales puede aportar efectos reconfortantes al organismo, no hay evidencia científica actual que confirme que utilizarlos de una u otra forma, reduzcan el riesgo de contagio del covid-19, mejore los síntomas, y menos aún, que puedan curarlo cuando se presenta.
No hay remedios para el coronavirus. Así de tajante es la doctora María del Carmen Gastañaga, especialista en salud y gestión ambiental del Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud (Minsa), quien descarta que el uso de plantas, flores, o algún otro producto que consumimos habitualmente, en la creencia de que es bueno para la salud, funcione para el caso de este virus tan letal.
La tradición no cuenta. Asegura que los productos que consumimos habitualmente para calmar ciertas molestias respiratorias, estomacales o que tienen efectos relajantes, efectivamente pueden generar algún alivio, pero no previenen, y menos curan el covid-19. Al respecto, señala que la OMS no cuenta con un solo estudio que pueda sustentar estas afirmaciones y menos avalarlas.
Los baños de vapor. El calor húmedo que aportan al inhalarse después de hervir unos minutos y alcanzar una temperatura de 45 grados, pueden ayudar a la fluidez de la mucosidad, a relajar los nervios o a limpiar la piel de algunas impurezas, pero no para otra cosa. En ese sentido, dice que si la intención es purificar el ambiente de la casa con un aroma específico (eucalipto, menta, alguna flor), solo debe utilizarse un puñado de hojas y disfrutar del aroma por un tiempo moderado.
Efectos adversos. Gastañaga advierte los riesgos de improvisar un sauna casero, con eucalipto, por ejemplo, ya que, al quemar madera o carbón en un lugar cerrado, se libera monóxido de carbono que al inhalarse afectan el sistema nervioso y dependiendo del tiempo, producen deshidratación, falta de oxígeno en nuestros órganos, ya que ingresa por muestro sistema respiratorio, ingresando a los glóbulos rojos, lo que puede tener consecuencias fatales.
Alimentos y no medicinas. Algunos productos que utilizamos con frecuencia en la cocina como el kión, ajos, limón, o algunos minerales empleados para hacer gárgaras como el bicarbonato no tienen un efecto probado en el caso del coronavirus. Menos aún, el uso de calores fuertes como el de las secadoras en las vías nasales ayuda a modificar la temperatura corporal de los seres humanos. Precisó que el bicarbonato tiene beneficios para combatir el exceso de acidez, evitar el ardor, la gastritis y el reflujo, pero que su consumo indiscriminado puede generar efectos adversos, incluso estomacales.
Estar informados. Las creencias que están muy arraigadas en la población no son válidas para el caso específico del covid-19 y su curación. La especialista recomienda visitar páginas web con información que esté basada en investigaciones científicas como la de la OMS, que ha desarrollado mucha literatura relacionada con la enfermedad.
Frutas, vegetales y más. Los consumos de vegetales ayudan a mejorar nuestro sistema inmunológico y deben consumirse de manera habitual. Una naranja aporta vitamina «C». El maní se recomienda por su alto contenido de vitamina B. Lo mismo que la almendra y otros frutos secos que tienen mucho zinc.
El atún u otros pescados oscuros aportan Omega 3 a nuestro organismo y el arroz que tiene vitamina «D». En este punto, la especialista dice que es bueno aprovechar los pocos rayos de sol que tenemos pues activan la vitamina.
También propone consumir yogurt por la presencia de probióticos que ayudan a la digestión. Zanahoria, avena, complejo «B»
Lograr equilibrio. María del Carmen Gastañaga asegura que los alimentos sanos contribuyen a mantener el buen estado de salud de las personas, pero que, como complemento del tema físico, hay que mantenerse sanos psicológicamente. «La ansiedad, la depresión, afectan nuestras defensas», advierte.
Conclusión. La gente puede consumir estos productos o utilizarlos responsablemente como lo han consumido siempre, pero debe quedar claro que estos productos no van a solucionar el problema del coronavirus
Las tres barreras. Es fundamental cumplir con los tres principios de protección que rigen en esta pandemia: el uso de mascarillas, el distanciamiento social, y el lavado de manos, así como la desinfección de los productos que ingresan al hogar, porque todos ellos tienen superficies donde se impregna el virus.
Una más. La doctora María del Carmen Gastañaga recomienda que, si salimos al exterior, pensemos en las personas que se quedan en casa, especialmente si están consideradas en los grupos de riesgo.
El factor climatológico. La especialista afirma que, en el verano, cuando la humedad es más alta, el virus que se expulsa con la saliva cuando uno habla o estornuda, se pega a otras partículas y tienen un periodo de vida menor a las 3 horas, pero cuando la temperatura baja y el clima es más seco, la probabilidad de que permanezca más tiempo en la atmósfera cercana a donde ha sido eliminado el virus, es mayor. En ese sentido, dice que hay que tener mayor cuidado en las zonas frías.
Tarija
El coronavirus es una enfermedad relativamente nueva que se expandió al mundo desde China, el pánico ciudadano hizo que esta esté envuelta en mucha desinformación, por lo que ayer Tarija analizó los mitos alrededor de los remedios caseros, tradiciones y los rumores.
Si bien el uso de productos naturales puede aportar efectos reconfortantes al organismo, no hay evidencia científica actual que confirme que utilizarlos de una u otra forma, reduzcan el riesgo de contagio del coronavirus, mejore los síntomas, y menos aún, que puedan curarlo cuando se presenta.
Hay que recordar que no hay remedios para el coronavirus. Así de tajante es la jefa de la unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Claudia Montenegro, quien descarta que el uso de plantas, flores, o algún otro producto que consumimos habitualmente, en la creencia de que es bueno para la salud, funcione para el caso de este virus tan letal.
Con respecto a la tradición, esta no cuenta. Asegura que los productos que consumimos habitualmente para calmar ciertas molestias respiratorias, estomacales o que tienen efectos relajantes, efectivamente pueden generar algún alivio, pero no previenen, y menos curan el coronavirus. Al respecto, señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no cuenta con un solo estudio que pueda sustentar estas afirmaciones y menos avalarlas.
Con respecto a los baños de vapor. El calor húmedo que aportan al inhalarse después de hervir unos minutos y alcanzar una temperatura de 45 grados, pueden ayudar a la fluidez de la mucosidad, a relajar los nervios o a limpiar la piel de algunas impurezas, pero no para otra cosa. En ese sentido, dice que si la intención es purificar el ambiente de la casa con un aroma específico (eucalipto, menta, alguna flor), solo debe utilizarse un puñado de hojas y disfrutar del aroma por un tiempo moderado.
El experto en salud pública Yercin Mamani señala que si bien existen varias opciones que son propias de la medicina natural, ninguna cuenta con estudios generalizados que permitan que sean prescritos por los médicos como una forma de prevención o cura.
El médico explica que se conoce que hacer vapores con eucalipto o manzanilla tiene un efecto antinflamatorio que permite proteger las vías respiratorias y las mucosas.
“Tienen un efecto indirecto, no necesariamente directo como es el caso del eucalipto y la manzanilla, que se conoce que tienen un efecto antiinflamatorio; pero no es (para) matar al virus, sino como efecto protector para reducir la inflamación de lo que son las vías aéreas y disminuye donde puede haber un contagio”, menciona.
Con respecto a los efectos adversos Montenegro advierte los riesgos de improvisar un sauna casero, con eucalipto, por ejemplo, ya que, al quemar madera o carbón en un lugar cerrado, se libera monóxido de carbono que al inhalarse afectan el sistema nervioso y dependiendo del tiempo, producen deshidratación, falta de oxígeno en nuestros órganos, ya que ingresa por muestro sistema respiratorio, ingresando a los glóbulos rojos, lo que puede tener consecuencias fatales.
Por otra parte, Mamani detalló que cuando la garganta, la conjuntiva (ojos) y otros están inflamados el riesgo de contagio es “mayor”. Los vapores caseros con agua, manzanilla o, incluso, con mentisan tienen un carácter preventivo.
Con respecto a la alimentación, los expertos explican que algunos productos que utilizamos con frecuencia en la cocina como los ajos, el limón, o algunos minerales empleados para hacer gárgaras como el bicarbonato no tienen un efecto probado en el caso del coronavirus. Menos aún, el uso de calores fuertes como el de las secadoras en las vías nasales ayuda a modificar la temperatura corporal de los seres humanos. Precisó que el bicarbonato tiene beneficios para combatir el exceso de acidez, evitar el ardor, la gastritis y el reflujo, pero que su consumo indiscriminado puede generar efectos adversos, incluso estomacales.
Los consumos de vegetales ayudan a mejorar nuestro sistema inmunológico y deben consumirse de manera habitual. Una naranja aporta vitamina «C». El maní se recomienda por su alto contenido de vitamina B. Lo mismo que la almendra y otros frutos secos que tienen mucho zinc.
El atún u otros pescados oscuros aportan Omega 3 a nuestro organismo y el arroz que tiene vitamina «D». En este punto, la especialista dice que es bueno aprovechar los pocos rayos de sol que tenemos pues activan la vitamina.
También propone consumir yogurt por la presencia de probióticos que ayudan a la digestión. Zanahoria, avena, complejo «B».
“Nos haría menos propensos a un cuadro severo del virus, no quiere decir que no nos podría dar la enfermedad, sino que el cuadro sea más leve porque nuestras defensas estarían mejor equipadas”, asevera Mamani.
Lograr equilibrio. Montenegro asegura que los alimentos sanos contribuyen a mantener el buen estado de salud de las personas, pero que, como complemento del tema físico, hay que mantenerse sanos psicológicamente. «La ansiedad, la depresión, afectan nuestras defensas», advierte.
En la primera parte de este reportaje, se debe concluir que la gente puede consumir estos productos o utilizarlos responsablemente como lo han consumido siempre, pero debe quedar claro que estos productos no van a solucionar el problema del coronavirus.