(Roberto A. Barriga/El andaluz)
Sin embargo, la policía que es la encargada de colocar orden en el penal y hacer cumplir las leyes, se prestan a la vulneración de Derechos Humanos, una persona privada de libertad debe cumplir una condena establecida bajo la ley, lo que impide su motricidad y libre tránsito, todos los demás derechos no los perdió, el derecho a la vida, salud y seguridad son inexistentes en Tarija.
Una Persona Privada de libertad (PPL) de 68 años, fue llevada al Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD) de Tarija, ahí la policía le colocó grilletes apretados en los pies, con la justificación de que los reos escapan cuando se hacen atender en el hospital.
El Andaluz tuvo acceso al afectado, “Ellos me querían amarrar al catre dijo” con la excusa del protocolo. La PPL protestó y dijo que los policías reciben comida dentro del hospital, que nunca salen de su vigilia cuando hay un enfermo de Morros Blancos, así que no había necesidad de maltratarlo de esa forma.
Además, estaba esperando una cirugía, la cual fue realizada el día de ayer, entonces la excusa de lastimarlo con los grilletes era un abuso.
El adulto mayor privado de libertad indicó que se comunicó con personas del régimen penitenciario, quienes expusieron que estas actitudes no ocurrirían más, sin embargo, sigue con los fierros en los tobillos.
El Andaluz se comunicó con la PPL antes de ingresar al quirófano, el temor y la molestia de que suspendan la cirugía de vesícula por los grilletes era notoria, angustia era lo que se sentía al conversar con el veterano de 68 años.
Cuando denunciaba su situación el policía trató de intervenir, de silenciar su voz, el acto cruel y desmedido quiso ser censurado por el verde olivo. “Ellos ganan dinero para cuidarme, no para torturarme” explicó, y denunció que estar en Morros Blancos es para cumplir una condena no para ser torturado, porque se supone que es un centro de rehabilitación.
El Sargento Gonzalo Marca fue señalado como el que le colocó los grilletes nuevamente, sin embargo, no se sabe las ´rodenes de quién seguía o si lo hizo por voluntad propia.
Su familia fue a visitarlo, pero la situación era emocionalmente insostenible, con la voz quebrantada nos contó que fue a verlo su hermana, quién no entendía el emotivo de su quebranto, ocultó los grilletes en las piernas para no transmitir una preocupación más a su familia. “Se sentó sobre la cama y me dijo de qué estas triste (llora) y yo le digo no pasa nada, anda nomas”.
Por la situación evitó ver también a sus hijos “pierdo el derecho de ver a mi familia” exclamó, “no puede ser, es abuso de autoridad” dijo.
La PPL evitó que le quiten los grilletes como forma de protesta, mientras se encaminaba al quirófano los grilletes seguían apretando las piernas, de todas formas, minutos antes al seguir consejos de personas cercanas se logró retirar los grilletes del adulto mayor de 68 años, “se nota que no hay humanidad” se lamentó una voz en los pasillos.
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Derechos Humanos se pronunció al respecto
El Andaluz se comunicó con Gladys Sandoval, vicepresidenta de la asamblea permanente de Derechos Humanos, y nos comunicó que la presidenta de su institución, Yolanda Herrera, tuvo una reunión con el Gobernador del Penal de Morros Blancos para discutir esta situación.
Nos comentó que ya se tiene casos que terminaron en tragedias, una mujer embarazada que se dirigía al hospital para dar una luz fue enmanillada con los brazos hacia atrás, al pasar por el rompemuelles se quebró la bolsa “no tiene ninguna consideración”.
Hace días se escapó una Persona Privada de Libertad que iba camino hacia el hospital, debido a esto ahora están enmanillando a todos los residentes de Morros Blancos que desean ir por atención médica.
Cuando son adultos mayores o personas enfermas el riego de fuga no es concebible expuso Sandoval, por lo que el trato debería mejorar, la situación podría tratarse con mayor criterio “es desesperante lo que esta pasando en la cárcel” apuntó.
La Defensoría del Pueblo debería pronunciarse al respecto, Gladys Sandoval señaló que estas torturas son atendidas ante la denuncia, pero cuando se logra como en el caso del señor engrilletado en los tobillos, sacarle las esposas, cuando se van le vuelven a colocar.
La falta de cuidado llevaron a que en enero Marcelino Gira y Juan Carlos Warachi, dos Personas Privadas de Libertad (PPL) y de la tercera edad, fallecieran por las malas condiciones del centro de salud del Penal de Morros Blancos, no tienen medicamentos, tampoco el personal es estable debido a la pandemia.
El Andaluz se comunicó con una fuente oficial dentro del penal, cuyo nombre desea mantener el anonimato porque teme a las represalias de los policías, que en varias oportunidades demostraron delinquir tanto como los residentes del supuesto centro de rehabilitación.
“No hay nada prácticamente, solo hay paracetamol” dijo una de nuestras fuentes. Aparentemente los ancianos tenían enfermedades de base, pero tampoco se sabia porque no se les realizó los análisis correspondientes.
Las PPL tiene condiciones que vulneran los Derechos Humanos (DDHH), son seres humanos que viven en condiciones precarias y no reciben atención médica oportuna y segura.
“La cárcel es un basurero humano, las vidas de acá no valen nada” dijo nuestra fuente, lamentó que se trata de forma cruel a los residentes, ya que si la justicia los condenó no les quitaron sus DDHH y la constitución los sigue protegiendo, pero aparentemente las denuncias no llegan a ningún lado y a ninguna autoridad le interesa. Hay tristeza.
Los decesos sucedieron el pasado viernes, se realizaron denuncias, pero la indiferencia empujó a los afectados a hablar con la prensa.
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Los privados de libertad no tienen atención en salud
“Hay un solo Médico que atiende la penal de Morros Blancos” explicó Gladys Sandoval, vicepresidenta de la asamblea permanente de Derechos Humanos, el problema es que atiende a todo el régimen penitenciario, es decir es decir atiende en Entre Ríos, Yacuiba y Villamontes, toda la población carcelaria tiene un solo doctor en todo el departamento.
Fuentes dentro del penal de Morros Blancos que desean mantener en anonimato su identidad, explicaron que a los PPL los revisa el ayudante del médico, mientras el profesional en salud juega o revisa su celular, este ayudante no es profesional ni mucho menos esta capacitado, todo lo que sabe es por la experiencia atendiendo en el penal.
Sandoval apuntó que el médico tendría que dar el visto bueno para los traslados a hospitales, por lo que, si ocurre una emergencia, solo él puede hacer efectivo el traslado.
Lo que nadie dice, la infamia de la infamia
Una persona Privada de Libertad escapó la anterior semana del Penal de Morros Blancos, fue llevado a atención médica y aprovechó la oportunidad de fugarse, lo que nadie menciona es el motivo por el cuál se determinó trasladarlo hasta el Hospital Regional San Juan de Dios.
Fue llevado al penal por un caso de violación, los residentes de Morros Blancos introdujeron palos su ano, esto provocó que quede lastimado y con astillas en su interior.
Fue entonces que decidió no comer, porque el dolor tan intenso le evitaba defecar, fue trasladado al HRSJD para que le saquen las astillas, su desesperación fue tal que se fugó.
Cuando lo encontraron lo golpearon nuevamente, y seguía con el ano afectado, como trató de darse la fuga no pudo salir más hacia el hospital, fue hasta que la situación estuvo crítica, donde ya estaba sin poder levantarse de la cama donde se lo llevó al hospital y le pudieron curar el recto.
Muchas personas aplauden estas situaciones, sin embargo, la ley no puede castigar con más crímenes un crimen.
Esto deriva a que sujetos en detención preventiva que podrían o no ser culpables mueran o sufran malos tratos, se vulneren sus derechos.
La anterior semana hubo un asesinato en el penal de Morros Blancos, un sujeto que había ingresado con detención preventiva el pasado lunes fue asesinado por su compañero de celda.
Las irregularidades en el Penal son constantes
Acorde a un documento que llegó a El Andaluz a finales de diciembre, dirigido a instancias que representan Derechos Humanos en Tarija y Bolivia, se denunció que, en la puerta del penal de Morros Blancos, existen cobros irregulares.
Acorde a la misiva existen reglamentaciones para ordenar las visitas de familiares al penal, pero, esto se utiliza para cobrar a los que ingresan, si se desea entrar para visitar a un familiar se cobra desde 20 bolivianos, para quedarse a pasar la noche cobran 100 bolivianos, y si se ingresa con menores de edad se paga mucho más, inclusive se llega a cobrar 200 bolivianos por pareja.
Previo a la pandemia se dejaba pasar hasta cuatro veces a la semana la noche con los internos, también en días festivos estaba permitido el ingreso, sin embargo, ahora con las medidas de covid, la policía aprovecha para cobrar por “todo y nada” de acuerdo a la misiva.
Debido a esto se solicita que se normalicen las visitas y los días de pernocte en Morros Blancos, ya que los controles sólo funcionan para sacar dinero.
Las y los denunciantes dejaron sus nombres en el anonimato porque temen que la policía como ya hizo en varias oportunidades, tenga represalias contra las Personas Privadas de Libertad.
La carta con motivo de denuncia también expuso que se criaron cerdos para la cena de navidad de los policías que cobran, permiten y patrocinan estos abusos.